Seguridad en tu hogar.


Con la electricidad de la vivienda no se debe improvisar.

Pueden resultar sorprendentes las estadísticas sobre daños causados por accidentes caseros.

Una investigación realizada en los Estados Unidos revela que en ese país al menos 29 mil personas mueren al año por esa causa. Ni allá ni aquí, área alguna del hogar debe ser tomada a la ligera, haz un buen chequeo y pide al resto de la familia que se involucre en hacer de la casa un espacio seguro.

Se debe tomar en cuenta el tipo de situaciones que pueden presentarse y cómo prevenirlas. En tiendas EPA, Elías Buitrago ilustra al respecto y dice que uno de los principales elementos de peligro está relacionado con la electricidad. Habla de los tomacorrientes "especializados" para evitar cortocircuitos, hasta reguladores de voltaje programables que ayudan a que los equipos se desconecten en un tiempo determinado para así evitar sobretensión o recalentamientos.

Además de las pérdidas materiales por incendios, el mal manejo de la electricidad puede producir fuertes conmociones e incluso la muerte como consecuencia de poderosas descargas.

Una sugerencia es ponerle el ojo a cables defectuosos si el material aislante está desgastado o agrietado, a interruptores rotos o a aparatos mal enchufados, es decir que un equipo de 110 V esté en una toma de 220 V.

Cuando utilizamos una toma para demasiados aparatos el calentamiento que se produce por esa sobrecarga puede provocar un incendio, y aunque la corriente no sea excesiva pueden saltar chispas debido a conexiones sueltas o mal hechas. Por eso es que con las instalaciones eléctricas no se debe improvisar.

Otra recomendación es utilizar tapas de seguridad para las tomas y evitar dejar cables expuestos o con roce continuo.

Para esto se puede adquirir canaletas para ocultarlos, lo que evita que los niños, sobre todo los bebitos cuando aprenden a gatear, los estén tocando con su natural curiosidad.

Más peligros

Otra de las causas frecuentes de sustos en casa es el riesgo de envenenamiento. Comúnmente tenemos medicinas, detergentes, insecticidas y demás sustancias que pueden resultar tóxicas, lo importante es que estén bien resguardadas.

Si uno tiene chamos, no se debe dejar medicamentos al alcance de ellos.

Además es perentorio leer cuidadosamente la información del contenido en el caso de dosis y antídotos, así como cerciorarse de la caducidad, pues una medicina vencida puede resultar altamente dañina.

Sobre este tema el sargento de la unidad de bomberos de la Universidad Central de Venezuela, Alexander Pérez, explica: "Sustancias potencialmente venenosas no deben ser cambiadas a otros recipientes sin antes etiquetarlos adecuadamente. Por ejemplo no las coloque en botellas de refrescos. Insecticidas y venenos para roedores guárdelos fuera de la cocina o en sitios bajo llave".

Dice que lacas para el cabello, bolitas de naftalina, tintes y decolorantes también pueden ser peligrosos si caen en manos de los pequeños.

Por todo lo anterior es indispensable disponer de un botiquín de primeros auxilios para mantener las medicinas ordenadas y fuera del alcance de los niños.

Fuente:
Tusmetros.com

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