"El PODER DE NUESTRA PROPIA IMAGEN"

El PODER DE NUESTRA PROPIA IMAGEN es el cuarto secreto de la abundante felicidad.

Esto se refiere a la forma en que nos vemos a nosotros mismos, así como en aquella foto que escogí para ilustrar el primer secreto en la que aparecía un gato que en el espejo se veía reflejado como un león, este secreto se trata de todo lo que vemos en nosotros mismos y de lo que creemos de nosotros, que debería llegar a ser como este patito se ve a sí mismo reflejado en el espejo, como un hermoso cisne.

Y cito del libro "Los 10 secretos de la abundante felicidad", que "uno de los motivos por los que mucha gente es infeliz, es que no están contentos con ellos mismos". Y es así, mucha gente no se gusta a sí misma y no se quiere, bien sea por algo físico o por complejos internos que generalmente provienen de experiencias pasadas y de la niñez, ya que las impresiones sobre uno mismo se forman durante la infancia.

Cuando somos pequeños y los mayores nos van poniendo etiquetas como por ejemplo tremendo, tonto, flojo, bruto, terrible, terremoto, malo, bueno, tranquilo, gordo, flaco, feo, bonito, egoísta; etcétera, las vamos adoptando inconscientemente y terminamos actuando en función de esas etiquetas u opiniones ajenas, la mayoría negativas, crecemos con ellas y es de allí que se originan tantos complejos y distorsiones acerca de quiénes somos en realidad y que vamos arrastrando como un peso que no es nuestro a lo largo de la vida.

Los adultos debemos estar muy conscientes de estas etiquetas y de la sutil pero gran diferencia que hay entre decir: "Eres un niño malo" a "Es malo hacerle daño a los animales", por ejemplo. Esto es lo que hace la diferencia entre que el niño crezca creyendo que él es malo a que aprenda a que hizo algo que no estaba bien, pero que no tienen nada que ver con que él como individuo sea malo. Es muy importante separar el hecho o la acción de la persona. Muchas veces cometemos errores, hacemos cosas tontas o indebidas y eso no quiere decir que por ello seamos malos o tontos. He ahí la notable e importantísima diferencia de la que como padres y formadores debemos estar muy alerta.

Lo que ocurre es que "la mayor parte del tiempo basamos nuestras opiniones sobre nosotros mismos en lo que piensan los demás", cita el autor del libro, Adam J. Jackson, sin embargo, el mayor error que podemos cometer es basarnos en los demás para averiguar quiénes somos realmente. Para contrarrestar todo esto existen las "afirmaciones positivas". Se trata de frases que nos podemos repetir mentalmente a nosotros mismos y que tienen que ver con nuestras virtudes y fortalezas.

Otra forma de cambiar la imagen distorsionada que tenemos de nosotros mismos es actuar de forma opuesta al complejo que se tenga. Por ejemplo, Si eres falto de confianza, actúa con gran confianza en ti; si te consideras poco atractivo, actúa como si fueras muy atractivo, y así. Esto genera que poco a poco te vayas sintiendo confiado, atractivo y más feliz. Haz la prueba, concéntrate en tus habilidades, en tus aptitudes, fortalezas y recuerda que aunque los demás sean espejos nuestros, se trata de espejos distorsionados y prejuiciados, y no debes darle fuerza a lo que dicen de ti, a menos que haya algo que sea cierto y debamos cambiar para bien.


En conclusión:

- Si te sientes infeliz contigo mismo, toda tu vida será infeliz. Por eso, para que tu vida sea más feliz procura aceptarte como eres y estar contento contigo mismo, queriéndote antes que nada mucho a ti mismo.

- Cada persona es única y especial. Nadie es perfecto. Todos tenemos virtudes y defectos.

- Los demás son un espejo nuestro, pero un espejo que da una visión distorsionada de nosotros.

- Para vencer complejos y creencias negativas acerca de nosotros mismos y crearnos una imagen positiva, debemos indagar cómo se formó esa imagen y, si es cierta, reflexionar y decidir cambiarla.

- Las afirmaciones positivas nos ayudan a reforzar el tipo de persona que queremos ser, así como a actuar del modo que te gustaría ser.

- Pregúntate siempre qué es lo que más te gusta de ti... ¡Y no olvides quererte mucho a ti mismo!

Fuente de:
ENERGÍA DE LA BUENA
Por Ileana Magual Mandé